Este término alude a la conciliación de la vida personal, familiar y laboral desde la corresponsabilidad de los hombres en el cuidado del hogar y la familia y también desde la responsabilidad social por parte de las instituciones, la comunidad y el mundo laboral con los trabajos de cuidados, en tanto que imprescindibles para el sostenimiento de la vida.
La corresponsabilidad implica un cambio de actitud, una sensibilidad en las organizaciones y la generación de una nueva cultura organizacional a favor de los cuidados y de la igualdad de mujeres y hombres.
